Las siguientes octavas, fueron compuestas a Carlos VII por el matemático y periodista ultramontano José Joaquín Terrazas con motivo de su visita a México durante su gira por hispanoamérica, una vez terminada la tercera guerra carlista:
¡Saludo al Rey! Al Rey cuya diadema
ni opaca miro, ni en pedazos rota,
épico Rey, que en su grandeza extrema
es impasible al triunfo o a la derrota;
Borbón que lleva por sublime lema
el nombre de la Cruz que luces brota
Y, guardián de la fe de sus mayores,
almas recoge, recogiendo flores.
Mi musa te ha seguido en el combate
donde hierve en más sangre la batalla
cuando cual cedros que huracán abate
caen los bravos que diezma la metralla;
titanes son los tercios en su embate
y centellas los golpes en la malla;
mas, cuando al enemigo te presentas
¡como el sacre a las tórtolas, ahuyentas!
Tú has derramado sangre; más ¿qué importa
si de ella limpio estás dentro del pecho,
si al monstruo horrendo que impiedad aborta
has hundido las iras del despecho?
Del hombre aún la existencia ofrenda es corta
si defiende a su Dios y al buen derecho:
¡Doblen las rodillas ante la Cruz que llevan reyes
rodilla en polvo las humanas greyes!
Primer Borbón que pisa el continente
que el grande genovés mostrara a España
y que llevando en ti prestigio ingente
igualas el alcázar y cabaña;
México al albergarte, dicha siente,
en nueva luz su frente baña
y en son acorde sus opuestos mares
alzan sublimes épicos cantares.