Ciudad de Méjico, Festividad de San Benito Abad.
A pesar del ambiente de crisis por la peste del cuerpo (en la contingencia sanitaria), pero también la peor, la peste del espíritu:el liberalismo; amparados bajo las palabras del Salvador, Nuestro Señor Jesucristo:
«No les temáis, pues; porque nada hay oculto que no sea revelado, ni secreto que no sea sabido. Decid a la luz lo que os he dicho en la oscuridad, y predicad sobre los más alto de la casa lo que vuestros oídos han oído. Y no temáis a aquéllos que matan al cuerpo, mas no pueden matar al alma, sino antes bien, temed a aquél que puede arrojar al infierno al cuerpo y al alma» Mt. 10. 26-28.
Se celebró la Misa con segunda intención por los Mártires (por ser sábado tercero de Cuaresma), y posteriormente una cena en el restaurante de temática medieval: El Mesón del Cid, donde los correligionarios del Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta, simpatizantes y amigos convivieron en hermandad, dando su dirigente las palabras de bienvenida, con una breve reseña del origen de la Festividad y una arenga en contra de la careta del liberalismo feminista (como hace doscientos años, lo fue la máscara de Fernando VII). Después, se rezó la oración compuesta por Francisco Elías de Tejada, por los Mártires, en especial, por las mártires mujeres de la Cristiada encuadradas en las Brigadas de Santa Juana de Arco.
Posteriormente los brindis en honor de la Comunidad política, y unos versos dichos en honor al Cruzado Requeté, a cargo de Alexander Gutierrez Becker. Para finalizar con el canto del Oriamendi.
Por segundo año consecutivo, pedimos la gracia de la perseverancia y esperamos confiados en el Corazón Inmaculado de María, que los demás Círculos Tradicionalistas en ambos lados del Atlántico no desmayen en la lucha por el ideario contrarrevolucionario.
Ante Dios, nunca serás un héroe anónimo.
¡Vivan los Mártires de la Tradición! ¡Viva Cristo Rey! ¡Dios, Patria, Fueros y Rey!