“Maestro, reprende a tus discípulos. Él les respondió: “Os digo, que si éstos callasen las piedras darán voces”.
Lc. 19, 40.
Comenta Orígenes, que también cuando nosotros callamos, esto es, se enfría la caridad de muchos, las piedras levantan la voz; porque Dios puede hacer que de las piedras broten los hijos de Abraham. (“Catena Áurea” Santo Tomás de Aquino).
¿Quiénes son los nuevos portavoces de los fariseos, quienes aconsejan callar? sobresalen 2 tipos: los que ciegamente siguen al corifeo detentor material del poder López Obrador, presidente de los “Estados Unidos Mexicanos” quien no sólo exige callar el homenaje debido a nuestro ethos hispánico, sino actuar en contra de él, con el fin de reforzar en las masas aquel complejo de inferioridad y legitimarnos como colonia norteamericana.
Por el otro lado nos encontramos con la postura farisaica conservadora, muy recurrente entre el catolicismo postconciliar, el cuál, infectado de la herejía decimonónica del americanismo teórico-práctico ha marcado el pensamiento y acción a su vez del “mundo católico de hispanoamérica”, en palabras de Miguel Ayuso:
“Hispanoamérica no dejó de padecer lo que cualquier país católico la posteridad del II Concilio del Vaticano. El abandono del concepto de la res publica christiana pareció dar la razón a liberales y democristianos, que hoy son gran mayoría y no tienen ningún respeto (y sí desconocimiento cuando no aversión) de la tradición política hispánica…”
“La Hispanidad como problema” pp. 105
Es pues nuestro deber, dar a conocer, enseñar con caridad, prudencia y diligencia nuestra política hispánica y celebrar nuestra identidad: religiosa, política, cultural que nos dio un origen y un destino en común a los habitantes de esta nación.
El pasado sábado 12 de octubre, día de Nuestra Señora del Pilar, integrantes del Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta, de la Ciudad de Méjico organizó una serie de actos por el día de la Hispanidad
¡Quiera Dios ser contados entre esos hijos de Abraham que brotan de esas piedras para gritar pidiendo el auxilio de María Santísima! ¡para gritar vivas a las Españas y a su amado Apóstol, Santiago! ¡Viva Cristo Rey por siempre y en todo lugar!