Actos por los Mártires de la Tradición en la Nueva España.

El Martirio del P. Pro

Ciudad de Méjico, a 30 de marzo del Año del Señor 2019.

En el marco del mes de la Fiesta de los Mártires de la Tradición, celebrada el 10 de marzo según fue instituida por S.M.C. D. Carlos VII, se llevaron a cabo los actos del Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta, en unión a la Comunión Tradicionalista.

Los correligionarios, militantes y simpatizantes, concurrieron a Misa en la Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de la Nueva España, dónde al pie del altar depositaron sus oraciones en la heroicidad de todos aquellos que dieron la vida por la Tradición, suplicando sus gracias para todos los que dirigen sus esfuerzos para la restauración de la Cristiandad para que estas acciones tengan semejanza con las de ellos, y por las Españas de Ultramar y la Península, para que bajo S.A.R D. Sixto Enrique de Borbón se concentren todos los amigos de la auténtica hispanidad cristiana, así como por el Abanderado de la Tradición, su Secretaría Política y todos los Círculos Tradicionalistas.

Posteriormente se dirigieron a un restaurante con aspiraciones de temática medieval (fallidas por las profundas concepciones erróneas de tal esplendor cristiano en la historia, más algo pintorescas) en el Centro de la Muy Noble, Insigne y Muy Leal Ciudad de Méjico.

En el, así nombrado, Salón del Mío Cid, el Dirigente del Círculo Tradicionalista Celedonio de Jarauta, D. José Jaime Carranza, pronunció un emotivo discurso recordando a los Mártires de la Tradición Novohispanos, mejicanos y de otros reinos de ultramar dentro del artificial México de hoy, hablando primeramente de los realistas que defendieron a la Corona durante la insurrección de 1810, quienes al pesar de la leyenda negra eran indígenas, criollos, y de todas las castas que eran auténticamente españoles por igual, asimismo mencionó a los novohispanos que entregaron su vida en las campañas de Reconquista ya una vez triunfante la demoniaca pretensión de independencia, pasó a destacar a los mártires de la intervención americana, entre los cuales se encuentra el Padre Celedonio de Jarauta, que da nombre al Círculo, y a los extranjeros de bien que compartieron su heroicidad en virtud de la fe en tal gesta, el Batallón de San Patricio, y finalmente a los Cristeros, que durante la persecución del nefasto Plutarco Elías Calles y las crueldades del luciferino Tomás Garrido lucharon loablemente por la Santa Religión, como el Beato Anacleto González Flores, el P. Miguel Pro y San José Sánchez del Río.

Posteriormente, D. Oscar Méndez (hijo), hizo mención de la importancia que tiene el Carlismo en la Tradición Católica, no únicamente como enarbolación dinástica, que es una fortísima e importantísima encarnación de la cristiandad bajo la cual debemos agruparnos como católicos y españoles, sino como el Reinado Social de Cristo que representan las Españas, cumpliendo el lema de San Pío X: Instaurare Omnia in Christo. Llamándonos a todos a refugiarnos en el Corazón Inmaculado de Nuestra Señora, puesto que si bien las huestes infernales han tenido vanas victorias ya en todos los terrenos, en el político y en el eclesiástico, jamás han siquiera puesto un pie en el de la Bienaventurada Virgen María.

D. Oscar Méndez (padre) leyó un pasaje de la Epístola del Apóstol a los Corintios, recordándonos lo sobrenatural de nuestra lucha, y que por tanto solo mediante la gracia podemos afrontarlo, cerró su intervención con un fragmento del mensaje de Nuestra Señora de la Salette, con su llamamiento a ser mártires de los últimos tiempos por Su Hijo, Nuestro Señor.

Concluyó el correligionario A. R., destacando la importancia para los tradicionalistas de seguir el ejemplo de los Mártires de la Tradición en su lealtad para con la Legitimidad, en concreto bajo el Legítimo Rey de las Españas, S.A.R D. Sixto Enrique de Borbón Parma y Borbón Busset, con quien deben todos los cristianos españoles conjuntar sus esfuerzos para la restauración política de la Cristiandad.

Se procedió a rezar por parte de todos los presentes una oración compuesta por Francisco Elías de Tejada para el día de  los Mártires de la Tradición, y se concluyó con el canto del Oriamendi, pasando así a la cena.

Durante la cena (compuesta por platillos típicos peninsulares) se resaltó lo imperioso de realizar los, ya planeados por el Círculo, actos en ocasión de los 500 años de la llegada de Hernán Cortés, dadas las ridiculeces pseudo políticas de los recientes días, y se mencionaron otros temas que serán tocados por una serie de coloquios a los que se dará anuncio en próxima fecha.

Terminaron todos deseosos de la próxima reunión, dando vivas a todas las Españas.

DPFR.

Aarón Rasso

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